– ¡Nenico! Entra un momento al almacén y sácate 4 o 5 sillas más para terminar de montar la mesa de los músicos.

Allá que voy, enciendo las luces, y me doy cuenta de que las sillas para los músicos están al fondo del almacén. ¡Qué calor hace aquí! Se me ocurre subir un poco la persiana que da a la plaza de Santa María de la Cabeza, que aunque la puerta esté cerrada, a ver si tengo suerte y refresca un poco, con la mala suerte de que se me cierra la puerta del almacén y por dentro no se puede abrir… Me cago en la leche, y todos en el salón de fuera. Doy algunos golpes y nada, ni caso.

Pues nada, me sentaré un poco, que aquí desde luego por sillas no será.

Oye mira, que foto más bonita de la primera fila de bloque del año 65, cuanta gente se ha marchado ya… Y esta de los Tuareg en su 25 aniversario, y ya han sumado otros 25… si esto parece el baúl de los recuerdos. Hay más cosas que en el museo… Un chaleco antiguo, el banderín de un arcabuz… un medallón… y hasta una revista del 125 aniversario.

Qué edición más completa. Cuantos escritos… Esta poesía que bonita es, cuantos recuerdos despierta en mi… cómo me emociona…

Nene! qu’haces aquí!! ¿¿Que se ta cerrao la puerta otra vez?? ¿¿Qu’estas llorando?? Sí tío, es que he leído este escrito y no he podido remediarlo, mira, léalo usted.

Tío!!! ¿¿¿Ahora quien llora?????