
Microrrelato: ¿Y qué hago yo aquí?
Autor: Juan Ramón Juan García – Cronista de la Comparsa de Almogávares
Parecía que lo de no poder estar con los de mi comparsa, los días previos a las fiestas, ya lo tenía asumido, ya parecía, entre comillas, haberme acostumbrado a faltar o llegar tarde a presentaciones, comidas, juntas, cenas y demás actos festeros fuera de los cinco días grandes, pero llegó este día 5 de septiembre y fue diferente, yo como siempre madrugaba para ponerme la camiseta de mi escuadra y bajar a la comparsa, a empezar las fiestas, almorzar, concluido éste, a por las madrinas, calles para arriba, calles para abajo, cuatro golpes y a Santiago, ya empezaban las fiestas, pero yo este año no lo pude hacer, esa sensación de que los tuyos ya están llegando a la casa de la comparsa y tú no vas hacia allá, que suenen los compases de la banda y tú no desfiles con ellos, que los ves pasar y no los puedes seguir, ¿qué hago yo aquí?, que es día 5 y no puedo seguir los pasos de siempre, que ¿qué hago yo aquí?, que pronto comienza los festeros a irse a comer y prepararse para la entrada y yo no estoy allí, y el Pregón, no estaré en Santiago como es normal, no veré pasar por la Corredera, la banda con mis cargos tomándome la cervezica, ni comeré con los míos, no sabéis, o quizás si, lo que duele ver empezar el arranque de la banda en televisión, que no voy a poder ver arrancar la Entrada y tengo los pelos como escarpias y los ojos llorosos, inquieto, impotente, y mi jefe dice, anda, vete ya, y salgo corriendo, pero tras muchos años, por no decir todos, llego tarde, no veo pasar a la banda, me entristezco, pero bueno veremos llegar boatos y moros, pero, un momento, hay que asearse y descansar, sentado en el sofá, viendo intercomarcal, intentas descansar, pero que leches, imposible, y aún chorreando de agua, las mallas puestas, casaca colocada, me voy parabajo, han empezado las fiestas, ¿Qué hago yo aquí?, vete a disfrutar, ya te tocará trabajar de nuevo mañana, ya añorarás mañana no poder asistir, a ninguna diana, ni acto matinal, pero ahora, vestido de grana y oro, a la Entrada a vivir.
.