DÍA 4 QUE FUERA

La frase popular "Día 4 que Fuera" hace referencia a la víspera de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.

Hasta los años sesenta, las fiestas comenzaban el día 5 de septiembre por la mañana con la Fiesta del Pasodoble, y fue en esa década cuando se añadió el pregón de fiestas. Por eso, el día 9, después de despedir a la Virgen por la mañana y de celebrar la entrada de Nuevos Capitanes y Alféreces; y el intercambio de bandas, por la tarde, la gente decía popularmente "día 4 que fuera", expresando así su deseo de que las fiestas empezaran de nuevo ese mismo día, es decir, que o terminaran.

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Día 4 que FueraActualidad Acervo festero: «Los laureles de Chapí»
Acervo festero: «Los laureles de Chapí»

Acervo festero: «Los laureles de Chapí»

Autor: Antonio López Rubio cronista de la Junta de la Virgen

La corona de laurel siempre se ha reconocido como símbolo de recompensa. Su origen viene relatado en la obra “Las metamorfosis” del poeta romano Ovidio. En su poema, el amor lo causaban las flechas. Si te alcanzaba una flecha de oro, el enamoramiento era inmediato, sin embargo si era de plomo, provocaba el rechazo amoroso. Los jóvenes Apolo y Dafne fueron castigados por el Dios Eros. Este lanzó sendas flechas a ambos amantes. La de oro alcanzó a Apolo y Dafne fue herida por la de Plomo. El enamorado Apolo fue al encuentro de Dafne, quien lo rechazó y pidió ayuda a su diosa protectora Artemisa, quien decidió convertirla en un árbol de laurel. Apolo desconsolado se abrazó al árbol y dijo: “Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de victoria”.

Dejando la mitología de lado, corría el año de gracia del 2009 y observé con alegría como en la sacristía del Santuario de Ntra. Sra. María de las Virtudes, había una una corona de laurel metalizada, con nombres en sus hojas y donada a la Morenica por los familiares del Maestro Chapí. Un poco más tarde, me dí cuenta de la existencia de dos coronas más ubicadas en el Teatro Chapí.

Tirando del hilo, pude descubrir que la corona que está en el Santuario, fue ofrendada por los hijos del compositor el 28 de marzo de 1951. Sus hijos Emilio y José, junto a autoridades y familiares, se trasladaron al Camarín de la Virgen de las Virtudes, donde hicieron entrega al capellán del Santuario de la laureada, a D. José Joaquín Martínez en un acto recogido y emotivo.

Al día siguiente, 29 de marzo, sus hijos hicieron entrega de otra corona de laurel de similares características a la ciudad de Villena. Esta corona fue recogida por el alcalde de la ciudad, D. José Rocher. En la actualidad esta corona se encuentra en el Teatro Chapí con la siguiente leyenda: Laurel en Plata donado a D. Ruperto Chapí por su admirador y amigo F. Ducazcal, con motivo del estreno de la zarzuela «El Rey que rabió».

La tercera corona fue donada años más tarde por las nietas del compositor. Esta se encuentra próxima al hall del teatro, en una urna de metacrilato junto a otros enseres del villenero ilustre. Es una corona más pequeña que las anteriores, y le fue entregada al Maestro Chapí por los hermanos Linazasoro, con motivo del éxito de la zarzuela “La Bruja”. La donación fue realizada a nuestra ciudad por sus nietas, Beatriz y Ma luz, ante el notario D. José Fernández Ventura el 13 de marzo de 1985, junto a diversa documentación.

Como curiosidad, diremos que uno de los motivos de esta entrega era la realización de una sección especializada y dedicada al compositor en la desaparecida biblioteca de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, que se situaba en la calle Joaquín Mª López de nuestra ciudad. Dicho espacio desapareció, y tras la intención de la entidad bancaria de trasladarse a Novelda, la familia reclamó su donación por entender que debía quedar en la ciudad natal del compositor. Tras algún desencuentro, eI MI. Ayuntamiento de Villena, la familia del compositor y la entidad financiera, acuerdan donarla oficialmente a la ciudad en una acto celebrado en el vestíbuo del teatro Chapí el 30 de abril de 1999, poco días después de su reinauguración.

Pues bien estas «tres joyas históricas» son acervo, festero, musical, devocional y patrimonial. Porque como bien decía un servidor allá por 2009… “Porque la fiesta es música y la música es Chapí”. Sus laureles metalizados esconden historias, sentimientos con nombres de autores, que se cincelan sobre sus hojas, seudónimos que tendrán razones de peso para encontrarse esculpidas sobre ellas. Regalos hacia el Maestro Chapí que son muestras de admiración, respeto y agradecimiento, y que su familia quiso expresamente que permanecieran por siempre en Villena.

Toni López
Cronista de la Junta de la Virgen

Antonio López Rubio

Cronista Junta de la Virgen

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