DÍA 4 QUE FUERA

La frase popular "Día 4 que Fuera" hace referencia a la víspera de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.

Hasta los años sesenta, las fiestas comenzaban el día 5 de septiembre por la mañana con la Fiesta del Pasodoble, y fue en esa década cuando se añadió el pregón de fiestas. Por eso, el día 9, después de despedir a la Virgen por la mañana y de celebrar la entrada de Nuevos Capitanes y Alféreces; y el intercambio de bandas, por la tarde, la gente decía popularmente "día 4 que fuera", expresando así su deseo de que las fiestas empezaran de nuevo ese mismo día, es decir, que o terminaran.

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Día 4 que FueraActualidad Acervo festero: «La pizarra»

Acervo festero: «La pizarra»

 Autora: Maricruz Rojas Tomas cronista de la Banda Municipal de Música de Villena

Metida detrás de un radiador del salón de ensayos de la Banda, situado en el segundo piso de la Casa de Cultura, hay una vieja pizarra. Solo vemos la parte superior y en su cabecera hay un rótulo que dice Banda Municipal, una pizarra abandonada y prácticamente ignorada por muchos de los que acuden a este salón.

Esta pizarra negra, sencilla y hoy ya olvidada fue muy útil durante mucho tiempo. Recuerdo una pizarra, predecesora de la que os comento, sujeta con unos cables metálicos a una de las barras laterales del tablao donde la Banda Municipal ofrecía los conciertos de verano y los de la feria, principalmente, así como los que realizaba en diversos barrios de nuestra población. Ésta que os muestro, recuerdo haberla visto en el templete, ya desaparecido, que había en la Plaza de las Malvas, sustituyendo a la anterior que se olvidó retirar una noche después del concierto de los pasodobles en este lugar y que apareció a la mañana siguiente colgada de una farola. Al pasar por allí la Banda Municipal en el desfile del pasacalles, un componente de la misma, la intentó recuperar y lamentablemente se rompió.

Este escenario, o tablao, como popularmente lo llamábamos, era sobretodo en los meses de verano, en los que podíamos verlo situado en el parterre. Para nosotros, una atractiva zona de juegos, dónde solíamos subir a jugar hasta que aparecía un vigilante y nos hacía bajar. No sé si el tablao nos atraía porque nos gustaba hacer ruido, porque estaba prohibido, o por la escasez de elementos de juego en aquella época.

La pizarra que os muestro en esta ocasión, es, como ya os he comentado, algo más moderna, aunque en esencia, su cometido era el mismo que el de la anterior. En ambas podíamos ver escrito con tiza blanca y una caligrafía envidiable, el programa a interpretar por la Banda. Los asistentes a los conciertos antes de tomar asiento, tanto en las sillas instaladas al efecto, como en las cafeterías del Paseo de Chapí, se acercaban a leerlo para conocer las obras y los autores de estas, que minutos después iban a escuchar.

Hoy ya no se utiliza la pizarra, bien se hace entrega del programa impreso en papel o bien, en alguna ocasión, se usan sistemas más modernos, como el teléfono móvil, aunque pienso que con mucho menos encanto.

La pizarra que se conserva en la actualidad, tal y como os he dicho detrás de un radiador del salón de ensayos de la Banda, olvidada incluso creo que, ignorada por muchos, no se sabe hasta cuando permanecerá allí. Creo que no debería caer en el olvido, pues tanto ésta como su predecesora, quizá alguna más utilizada en el pasado, tuvieron en su momento un papel importante y son testimonio de tiempos anteriores y de costumbres que no debemos olvidar. Tal vez, debería estar en un lugar mejor del que se encuentra, pero el espacio en el salón de ensayos es el que hay: muy poco. Salón que ya se queda pequeño tanto para los músicos como para poder colocar la gran cantidad de recuerdos que tiene nuestra querida Banda Municipal de Villena.

Maricruz Rojas Tomás

Cronista Banda Municipal de Música de Villena

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