DÍA 4 QUE FUERA

La frase popular "Día 4 que Fuera" hace referencia a la víspera de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.

Hasta los años sesenta, las fiestas comenzaban el día 5 de septiembre por la mañana con la Fiesta del Pasodoble, y fue en esa década cuando se añadió el pregón de fiestas. Por eso, el día 9, después de despedir a la Virgen por la mañana y de celebrar la entrada de Nuevos Capitanes y Alféreces; y el intercambio de bandas, por la tarde, la gente decía popularmente "día 4 que fuera", expresando así su deseo de que las fiestas empezaran de nuevo ese mismo día, es decir, que o terminaran.

Seguir leyendo...

¡Escucha!

Síguenos en...

Héroes de otro tiempo

De escuadras, grupos alegóricos y voluntades populares reprimidas

La incorporación de la mujer en la fiesta es algo de lo que se ha hablado mucho, algunos quizá estén hartos. Pero lo que hoy aportaré será una contextualización de este tema en los tiempos de la fundación de la Junta Central de Fiestas. Mis motivaciones no son triviales, pues asumo que la Comparsa de Labradores fue clave en la germinación de este movimiento y es parte de nuestro orgulloso acervo.

Antes de 1969, la participación de la mujer en la fiesta en nuestra ciudad era anecdótica. Hasta los 12 o 14 años las niñas participaban, en carrozas habitualmente, y con trajes que presuponían ser “equivalentes” a la contraparte masculina. En nuestra comparsa salían de valencianas. En algunas comparsas del Bando Moro esto se traducía en trajes con bombachos o velos, y en el Bando Cristiano eran trajes de damas de corte. En cualquier caso, la simpleza de todos ellos no hacía justicia al traje oficial masculino. Las mujeres adultas también podían acompañar en la Ofrenda.

Al margen de lo citado, que no se puede considerar participación proactiva femenina, se cita como conato de grupo femenino a las Cantineras del Bando Marroquí, que salieron más activamente en los años 50 y descendían de un cargo miliciano de la comparsa (ya presentes en el siglo XIX). Desconozco si hubo otros intentos entonces y pido disculpas si los omito. En cualquier caso, si en algún colectivo esa idea de participación femenina se transformó en voluntad decidida fue en el Grupo Alegórico de Segadores. Los Segadores, como así los conocíamos, tienen una nomenclatura intrínseca (para mí algo confusa, pero esto no es una crítica) que merece la pena aclarar. En 1967 se fundó la Escuadra de Segadores, con solo componentes masculinos; en 1969 se fundó el Grupo Alegórico de Segadores, con componentes masculinos y femeninos; y en 1993 se oficializó la Escuadra de Segadoras formada por las mujeres presentes en el grupo que ya entonces podían ser miembros de pleno derecho.

        Algunos Segadores fundadores en 1969

El enlace de esta historia de pasión con el contexto que nos atañe es el entonces presidente de los maseros: José Navarro Pérez, cariñosamente conocido y recordado como “Querrecle”. José “Querrecle” fue presidente de 1964 hasta 1975 y responsable de gran parte de la transformación de aquella época así como del traslado a la casa de la calle Sancho Medina. Aunque algunos socios jóvenes no sepan de su existencia (falleció en 1994) y su nombre sea menos recordado que el de Panchana, poca justicia le haríamos a Querrecle si no reconociésemos todo lo que la comparsa le debe. Y es que Querrecle, además de presidente de los Labradores, fue miembro de los Segadores en los primeros años y fundador de la Junta Central de Fiestas, y tesorero de la misma en sus inicios. Todo esto al mismo tiempo, es decir, finales de los 60 y primeros 70.

                               Pepe «Querrecle»

Querrecle, por tanto, fue el que, en calidad de segador y masero, propuso en 1969 a la Comisión de Fiestas y en 1970 a la neonata JCF la participación mixta en el Grupo Alegórico, iniciándose con ello una escalada de tensión en nuestras Fiestas que no se sofocaría hasta la culminación de la incorporación de la mujer por completo. Querrecle lo cuenta así: “En 1970, al crearse la Junta Central, realizamos la petición de que participara la mujer en el Grupo, iniciativa que llevábamos pensada desde el principio de nuestras actuaciones. Hubo una gran oposición por parte de la mayoría de las Comparsas, o más bien de todas salvo la nuestra. Pero triunfó al fin el propósito que habíamos concebido y el 6 de septiembre de 1971 realizamos nuestro primer acto conjunto con las componentes femeninas de la escuadra de Segadores”. Para que entendamos un poco la sistemática, lo que sucedió de 1971 a 1973 fue que Querrecle proponía directamente a la Junta la participación del Grupo Alegórico mixto, algo que se aprobaba por votación pero con no pocas discusiones y voces altas, y sin ninguna base en los Estatutos de la Junta Central, los cuales se fueron confeccionando a lo largo de los primeros años. Es decir, era un permiso transitorio que se iba renovando de fiesta a fiesta. La falta de base “legal” en los fueros festeros propiciaba, como decía, acalorados encuentros en la JCF. Pepe “Querrecle” recurrió a Ana Tomás “La Candileja” para desarrollar la idea y para reclutar a las mujeres segadoras de aquellos primeros años que acabarían siendo pioneras.

Alfredo Rojas, también masero desde 1970 y muy amigo de Querrecle, fue el primer presidente de la Junta, pero luego, tras dejar este cargo, quedó de cronista de 1972 a 1976. Con ese estilo de crónica depurada y sutilezas, Alfredo nos contó algunos desencuentros de entonces: “Se arma de nuevo una jugosa discusión, y se llega a una votación para ver si puede o no salir el grupo alegórico de los Labradores y el de cualquier otra Comparsa. Puede salir: 8 votan que sí, 5 que no y hay una papeleta en blanco”. Alfredo también se refiere a algunos asistentes “malévolamente informados de que la mujer puede desfilar en Fiestas”. Esto realmente no se produciría hasta catorce años después, es decir, no se eliminaría el veto a la mujer en la fiesta todavía, sino que realmente lo que sucedería en ese momento es que se corroboraría el Reglamento ya establecido para grupos alegóricos, con sus propios límites como el de solo permitirlo en La Cabalgata. La oposición frontal no se circunscribía a los calores de las juntas, sino que a veces se extendían a algunas palabras subidas de tono y despreciativas en los boletines del “Día 4 Que Fuera”.

A pesar de estos permisos temporales que se extendían a todas las comparsas, en esos años fundacionales (1970-1975) ninguna otra se atrevía con los grupos alegóricos salvo los Labradores. Fue después, ya en los años 80, cuando disfrutaríamos de los Grupos Alegóricos de Andaluces y Bando Marroquí; y las Nazaríes de 1987 (de nuevo, me disculpo si fallo a la memoria de alguien). Querrecle también se refiere a todo esto: “Los sucesivos éxitos del Grupo […] no tuvieron la virtud de convencer a las demás Comparsas del acierto que suponía la nueva orientación de la Cabalgata. Por el contrario, arreciaron las protestas y poco faltó para que se malograra lo que habíamos conseguido”. De hecho, en 1973, desde alguna comparsa se llegó a proponer que las mujeres de Los Segadores pagasen las 3000 pesetas correspondientes a las altas en la fiesta, algo que la Junta aprobó pero que más adelante recularía en votación tras un recurso de los Labradores en el que exigían que, si apoquinaban, serían socias activas de pleno derecho. Al final no tuvieron que pagar y pudieron salir.

                            1971. De pastores.

Pero las riñas hicieron mella, y un clima de crispación se instauraba en la Junta en los meses previos a septiembre por este tema. Por ello, las Segadoras se hicieron a un lado y dejaron de salir en 1974 y 1975. Las aguas se calmaron, pero Pepe “Querrecle”, infatigable, resucitó el espíritu de los años anteriores y en 1976 las mujeres volvieron a salir. En los años sucesivos se ganarían una sanción por salir en la Procesión, acabarían siendo autorizadas a salir en este mismo desfile además de en La Cabalgata y se incorporarían innovaciones en sus coreografías como jotas y evoluciones. Así, hasta el célebre 1987.

   1978, en los Salesianos antes de la Cabalgata

Las premisas de este ciclo de artículos dedicados al acervo de cada comparsa eran que la historia tuviese a la propia comparsa o agrupación como protagonista y que transcurriese en el tiempo de la fundación de la JCF, implicándola de alguna manera. Por ello, cuando tuve que decidir qué contenido aportar, me decanté por algo del mismo tono que mis anteriores compañeros cronistas, es decir, abogar más por lo humano, por lo inmaterial.

Alfredo Rojas, en la revista que editó la Escuadra de Segadores por su 25 Aniversario, sentenció: “Los Labradores han sido, así, los precursores de la llegada de la mujer villenense a la Fiesta de Moros y Cristianos”. Un proverbio dice que “Los héroes son un producto de su tiempo”. Como toda frase popular, tiene su parte de certeza. Otra dice que, ese mismo tiempo, acaba colocando a cada uno en su lugar. Aunque ahora está normalizado, la incorporación de la mujer a la fiesta fue un camino más tortuoso de lo que muchos se piensan o quieren recordar. Por eso, es de justicia agradecer a las personas valientes que, a contracorriente, lucharon por allanarlo.

 

Referencias bibliográficas

Material archivístico

Crónicas de la Junta Central de Fiestas (1970-1973).

 

Revistas, otras publicaciones

Escuadra de Segadores. 25 Aniversario, 1991, Villena.

Grupo Alegórico de Segadores. 25 Años de historia (1969-1993), 1993, Villena.

 

Artículos de revista

ROJAS, M.; OLIVA, M.A., 2016, “Cincuenta años de Segadores”, Labradores 2016, 20-25.

ROJAS TOMÁS, M., 2019, “Los Segadores: Punto final”, Labradores 2019, 14-15.

 

Muchas gracias a Maricruz Rojas por facilitarme copias de las crónicas de la JCF de aquellos años.

José Miguel Pardo Sanchez

Cronista de la Comparsa de Labradores

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies ACEPTAR

Aviso de cookies