Realista Ejemplar
Oficialmente, su nombre es Realista Ejemplar, pero para nosotros, a veces toma otras denominaciones: el monstruo, el cabezón, el pisapapeles, o muchos otros. Ya sabéis, el que cada uno le pone –cariñosamente– en su casa. Este reconocimiento a una trayectoria se da a realistas, que, sin ninguna duda, han trabajado por y para la comparsa de manera desinteresada. Es un premio a un tiempo dedicado altruistamente hacia nosotros, y claro, como podéis imaginar, esto es digno de galardón.
Este homenaje se lleva realizando desde principios de los años 90, creado por la escuadra de Abbasies, concretamente, desde el año 1991, en el que el premiado fue Antonio Martinez Francés. Aunque bueno, a esta le persona le pasaba un poco como al Realista Ejemplar, que lo conocían más por su mote que por su auténtico nombre. “El gusano” fue el primero, pero tras él, se han entregado muchos más “cabezones” a personas que indudablemente, han sido merecedoras de esta distinciones. Pero como nombrarles a todos podría ser, entre otras cosas, tedioso, únicamente resaltaré aquellos que han marcado algún tipo de diferencia.
Siguiendo un orden cronológico, debemos destacar a la primera mujer a la que se le otorgó el “pisapapeles”. Solo 4 años después de la creación de este premio y con una participación activa aún joven de la mujer en la fiesta, pues comenzó en 1988, el Realista Ejemplar fue entregado a una mujer, a María José Valiente. A Pepa le pasa lo mismo que al “Gusano” puesto que pocos sabemos su auténtico nombre del DNI, pero también coinciden en que son grandes merecedores de este premio.
Un año después, en 1996, el Realista Ejemplar fue un homenaje a todos los veteranos de la comparsa. Figuras míticas de los Moros Realistas que también tuvieron su merecido reconocimiento. Para ese entonces yo aún no había nacido, pero estoy segura de que un momento así tuvo que ser muy emocionante, tanto para ellos como para sus familias.
Otro suceso importante a destacar es que en el año 2003, año del 75 aniversario, el Realista ejemplar fue un poco para todos, ya que en ese momento, el “monstruo” fue para la Comparsa de Moros Realistas. Eso sí, hubiera sido un puntazo que esa noche todos nos hubiéramos ido con una réplica del cabezón debajo del brazo, aunque fuera en pequeñito.
La última edición del Realista Ejemplar fue en 2019, por motivos que ya conocemos, y el galardonado fue, en esta ocasión, Antonio Ibañez. No obstante, esperamos que el próximo año, y los siguientes, podamos seguir con esta bonita tradición.