
Bravo por la música
Bravo por la música, que nos hace mágicos, como cantaba Juan Pardo, bravo por hacernos vibrar en cada acto de nuestras fiestas, bravo pues sin ella es imposible desfilar, es el influjo, la esencia de la fiesta, la que nos mueve, la que nos alegra, emociona o revoluciona, es ella la que nos hace desfilar, movernos de una determinada forma, de un estilo cada uno diferente, según la composición que suene y el momento, desfilamos de una forma determinada por ella, por la música, aunque se compusieron piezas basándose en ese desfilar de cada una de las comparsas o escuadras, todos tenemos un estilo, una forma de marcar el paso, arrancar, bracear e incluso saltar o darse volteretas; en nuestra comparsa recuerdo que quizás la que marcó su forma de desfilar fue la marcha pasodoble Los Almogávares, machacón, ligerísimo, de las que te hacían marcar el paso, después nos siguió Atalaya Almogávar, más ligera, cantarina, de las que te hacen saltar de alegría y tras ellas, las marchas cristianas, más sobrias, pero que hacen que desfilemos más contenidos, más seguros, muchas de ellas escritas o no para nuestras escuadras y comparsa, que hacen el desfile peculiar, soberbio, extraordinario, sobre todo de nuestras escuadras, pues quién no reconoce el sorprendente estilo de la escuadra de Salvajes, inconfundibles, únicos, enormes. Y la música que no pare, que nos siga acompañando con sus innumerables y geniales composiciones tanto propias como ajenas a nuestras celebraciones festeras, por eso bravo por la música, que nos hace mágicos.
El cronista: JU.AN.JO.