DÍA 4 QUE FUERA

La frase popular "Día 4 que Fuera" hace referencia a la víspera de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.

Hasta los años sesenta, las fiestas comenzaban el día 5 de septiembre por la mañana con la Fiesta del Pasodoble, y fue en esa década cuando se añadió el pregón de fiestas. Por eso, el día 9, después de despedir a la Virgen por la mañana y de celebrar la entrada de Nuevos Capitanes y Alféreces; y el intercambio de bandas, por la tarde, la gente decía popularmente "día 4 que fuera", expresando así su deseo de que las fiestas empezaran de nuevo ese mismo día, es decir, que o terminaran.

Seguir leyendo...

¡Escucha!

Síguenos en...
Día 4 que FueraActualidad Labrar a ritmo de pasodoble

Labrar a ritmo de pasodoble

Del pegadizo repertorio popular hacia las nuevas tendencias de música masera

De buenas a primeras, no resulta tan fácil imaginar cómo sonaría el campo, lo rural, todo lo relacionado con el mundo agrario y, en consecuencia, cómo sonarían los Labradores. Quizá con otras comparsas resultan más evidentes los motivos musicales que las acompañan. Buenos ejemplos serían los Piratas o Andaluces. Esto al menos sucede en Villena, donde el arraigo de los matices musicales está bastante claro. Sin embargo, a nivel técnico sí existen rasgos comunes que caracterizan a las composiciones que acompañan a comparsas u organizaciones relacionadas con la tradición agrícola de nuestros pueblos, ya sean labradores, llauradors, maseros o, incluso, foguerers y falleros. Porque los maseros tenemos bastante en común con ellos. No es necesario que compartan todas y cada una de las características, pero las hay.

En este acervo que nos ocupa intentaremos mostrar algunos de estos fundamentos musicales a través de las principales piezas dedicadas a la Comparsa de Labradores de Villena. Fundamentos que he tenido que extraer de fuentes expertas y contrastadas, ya que yo de música académica me quedé en la flauta del cole. A día de hoy, nuestro repertorio está copado prácticamente por pasodobles, la forma musical española por excelencia, la más presente en nuestros desfiles y del cual las Fiestas de Moros y Cristianos son su principal caldo de cultivo. En ningún sitio del mundo se componen pasodobles con la fecundidad con que sucede en nuestra región. Sin entrar mucho en lo técnico, un pasodoble es en sus orígenes una marcha ligera compuesta en compás binario (2/4) con un tempo más movido que la marcha ordinaria, pero para que pueda seguir siendo ejecutada en desfile militar en cadencia de ciento veinte pasos por minuto. Estructuralmente, un pasodoble está formado por tres partes: introducción, primera parte y segunda parte (o trío). Con el paso del tiempo, al pasodoble se le han efectuado todo tipo de arreglos, incorporando elementos melódicos, que han permitido pasar de un aire marcial y funcional, a un aire popular y artístico. Los distintos elementos melódicos son los que hacen que el pasodoble suene tan español o, en nuestro caso, que a veces suene a una comparsa u otra. Esos elementos pueden ser, a su vez, composiciones de otros géneros. La biblioteca musical masera, a día de hoy, son casi todo pasodobles. Por una cuestión de orden, vertebro este artículo en base a un trío de ases de la composición: Manuel Carrascosa y Gaspar Ángel Tortosa como los artífices del sonido de nuestras fiestas en dos épocas distintas, y Antonio Milán Juan como maestro más prolífico para la comparsa con diferencia. Daré cabida al final a otras piezas dedicadas, a otros autores importantes para nosotros y a las nuevas tendencias de música masera.

 

Panchana y sus maseros (Manuel Carrascosa García, 1962), himno masero inmortal

La primera pieza dedicada ex profeso a nuestra comparsa es la archiconocida Panchana y sus maseros, de Manuel Carrascosa. Este pasodoble, de 1962, sigue resistiendo al tiempo y a la marea tras sesenta años ya de exitosa vida. En una charla-coloquio sobre Música Masera que realizamos en la Casa de Cultura en 2016, Gaspar Ángel Tortosa definía de una manera llana lo que transmite este icónico pasodoble: “Panchana y sus maseros denota una gran cordialidad, amistad. Es más que entrañable. Perfectamente podríamos cambiar el título por Panchana y sus amigos maseros”. Y no le falta razón. El Panchana es un pasodoble que, desde el mismo arranque, desata el júbilo y une a los presentes en camaradería. Esto no solo nos pasa a los maseros, sino al resto de villeneros cuando asisten a una interpretación. Los viento-madera suenan ágiles y saltarines en la introducción, los viento-metal centran la marcialidad en la segunda parte y una repetición de la apertura da paso al trío que todos conocemos y que todos cantamos a voz en grito:

“Son los maseros que el día 5 no tienen rival.
Son los maseros que el día 6 a la Diana van.
Son los maseros que el día 7 no van a segar
porque el día 8 a su Patrona tienen que acompañar”.

La melodía del trío y su letra, campechana pero pegadiza, es la clave de este pasodoble. No hay un origen claro respecto a la composición de estos versos, que tan claros nos han llegado en tradición oral, pero posiblemente tuvieron un parto directamente festivo y espontáneo, sin ninguna pretensión lírica. Así es a lo que suenan, a los maseros de Villena, y ahí está la mística de los mismos. También lo dijo Gaspar Ángel: “Cuando la escuchamos, toda Villena se hace masera por un momento”. La sencillez de lo popular.

 

 

Antonio Milán Juan: nuestro compositor de plantilla – Los Maseros de Villena (1966) y Masero (1967)

Aunque el camino en nuestro caso lo abrió el maestro Carrascosa, el compositor por excelencia ligado a los maseros es Antonio Milán Juan. Fue socio y fundador de la célebre escuadra de “Los Verdes” y, cronológicamente, compuso los dos siguientes pasodobles dedicados a la comparsa: Los Maseros de Villena (1966) y Masero (1967), aunque este último se conoce más popularmente como “Masero, masero”. Ambas son piezas que también han superado holgadamente el cincuentenario y que siguen muy vivas dentro de nuestro repertorio. Sobre todo en las Dianas, desfile que tratándose de los maseros es cosa seria. Ambas piezas son pasodobles sencillos a la interpretación, muy rítmicos y, en general, alegres. Recordad que fueron compuestos en los años 60, donde los pasodobles del maestro buñolense marcaban esta tendencia, como ya apuntábamos con el Panchana (1962). Sin embargo y en contraposición, Los Maseros de Villena y Masero sí tienen un ritmo marcial más marcado y matices más oscuros o sombríos en su sonido, aunque ambos acaben en una expresión de júbilo muy diáfana. Por ello se adecúan tan bien al pasacalles matutino y tienen gran aceptacion. El propio maestro Milán escribió los siguientes versos para cada pasodoble:

 

Los Maseros de Villena

Los Maseros de Villena
tienen mucho de festeros,
y no pueden ocultar
todo lo que llevan dentro;
y cuando llega septiembre
en todos reina el furor,
de las Fiestas de esta tierra
que llevamos en el corazón.

 

Masero

Ya llegan las Fiestas de Villena
que se esperan con ilusión,
luciendo en sus grandes desfiles
la cara de lo que dentro son.

Ya llega una gran comparsa
derrochando con esplendor,
alegría de amor a nuestra Patrona
está viva, nace en el corazón.

Masero, masero, masero,
en los desfiles no tienes rival.
Masero, masero, masero,
a la gente la llevas detrás.

Masero, masero,masero,
en la Ofrenda sin igual.
Masero, masero, masero
el color a las Fiestas le das.

 

Con motivo del 50 aniversario de los dos pasodobles, el Centro Instructivo Musical y la Coral Polifónica Cristóbal Pastor, ambas entidades de Onil, procedieron a la grabación de los mismos en su versión cantada, y de paso incorporando arreglos que Antonio Milán había realizado. El proceso fue dirigido por el compositor colivenc Pablo J. Verdú.

Además de Los Maseros de Villena y Masero, el binomio clásico de Milán Juan sin duda, cabe reseñar otros pasodobles compuestos y dedicados por el maestro a la comparsa en general o a grupos y socios en particular. Se trata de Asensio Navarro (1997), dedicado al carismático cabo y fundador de “Los Verdes”; Aromas Levantinos (2014), que celebra el cincuentenario de esta misma escuadra; y El Huerto de la Pona (2014), en recuerdo a los fundadores de la comparsa y estrenado en la inauguración del susodicho huerto en nuestra sede.  Por todos ellos y más es por lo cual consideramos a Antonio nuestro compositor de plantilla, y por su labor fue nombrado Socio de Honor en 2014.

 

 

Dos para un tándem: 75 aniversario de la Comparsa de Labradores de Villena (Gaspar Ángel Tortosa Urrea, 2000)

Muchos de los grandes pasodobles se gestan en torno a citas destacadas como son los aniversarios redondos que las comparsas y otras agrupaciones festeras suelen celebrar. Nosotros también tenemos el nuestro, el 75 Aniversario de la Comparsa de Labradores de Villena, de Gaspar Ángel Tortosa Urrea. Aunque la Comisión encargada de la efeméride pretendía organizar un concurso, el entonces presidente de la comparsa, Francisco Miró Soria, se plantó en casa de Gaspar Ángel en el año 2000 para encargarle un pasodoble, dado que el compositor había triunfado sobremanera un par de años antes con el 75 Aniversario de Andaluces de Villena (1998).

De manera somera, el propio autor, Gaspar Ángel, describía así su obra: “Después de una introducción festiva, alegre y enérgica se da paso a dos melodías principales. Con largos valores musicales y armonías cercanas, sin complicaciones. Sin prisa en ninguna de ellas, con el fin de que fueran sentidas y cantadas. Tengo debilidad por los temas emotivos, por los hilos conductores claros. Por lo demás, busqué integrar unos ritmos que se adaptasen al estilo de desfile villenero, tan propio nuestro”. Y así es. El pasodoble empieza con una explosión de luz, color y jocosidad de los viento-madera, marcando el tiempo movido de la partitura. Los trombones y trompas, viento-metal, se suben al carro, que es dirigido desde su base musical por bombo, platos, bombardinos, tenores y graves. Aunque, como decía el propio maestro Tortosa, la pieza viaja sin prisas, lo cierto es que tampoco tiene pausas, pues incluso en su bello trío melódico los instrumentos graves sostienen la tensión.

El pasodoble sonó por primera vez el 9 de septiembre del 2000 en las postrimerías de las fiestas, interpretado por nuestra banda oficial San Francisco de Paula de Bolbaite, que esa noche fue dirigida por el propio Gaspar Ángel Tortosa.  Se dio inicio así a los actos de nuestro 75 aniversario (1926-2001). Más de veinte años después de su estreno, el pasodoble sigue sonando tan fresco como el primer día. Y esta es su gran virtud, amén de rememorar la huerta y el olor a tierra. Además, tuvo una letra a su altura gracias al talento de Alfredo Rojas, con una primera parte enfocada al labrador (primer tema de viento-madera y tema fuerte de viento-metal) y una segunda a la labradora (para el trío):

 

75 Aniversario de Labradores de Villena

Labrador sin igual
que a la fiesta tú vas
y desfilas con garbo
sin perder el compás.

De esta fiesta inmortal
el orgullo serás,
por tu amor a Villena
y a tu Virgen Morena,
por tu alegre figura,
por tu buen desfilar.

Bella Labradora
llena de encanto y de gracia,
que llevas la atenta mirada
de todos allí donde vas.

Eres, entre todas,
siempre la más villenera.
Aquella que evoca recuerdos
y dice cantando La Corredera:
“¡ahí va una masera!”

 

Unas estrofas preciosas, por mucho que algunos se sigan empeñando en cantar que “Yo soy masero y tú no”. La solidez de esta obra queda demostrada al percibir que, en la actualidad, funciona en tándem perfecto con el Panchana, evitando quizá que uno u otro sean quemados por sí solos.  Ambas piezas musicales son identificativas nuestras, que no es moco de pavo. A veces se plantea el dilema, incluso, de elegir “entre mamá o papá”. Bendito dilema entonces. Además, el 75 Aniversario ha recibido la consagración más allá de nuestras fronteras, a las cuales traspasó pronto para asentarse en los desfiles de comparsas de otras localidades, como Sax o Albaida, y en actos de fiestas tan multitudinarias como las Hogueras de Alicante. Un pasodoble histórico.

 

 

Música masera: señas de identidad, otras composiciones dedicadas y nuevas tendencias

No es objeto de este artículo disertar ampliamente sobre la existencia de un género o subgénero musical denominado “música masera”. Pero sí se pueden arrojar algunas reflexiones interesantes, todas ya expuestas previamente (ya he avisado que yo de música sé poco) por nuestro anterior cronista, Paco Ribera, en un artículo del Día 4 Que Fuera en 2011, o por el sociólogo Francisco Montilla en la citada charla-coloquio de 2016. Al escuchar nuestros pasodobles propios, o los de las comparsas equivalentes de otros municipios (ya sean maseros, labradores o llauradors), o pasodobles falleros o foguerers, se sienten matices que evocan a nuestra tierra, a lo levantino, a lo popular, al trabajo en el campo y al folclore. Es cierto que esto es un cajón de sastre demasiado grande como para poder encontrar en él una identidad propia y singular, pero es que los maseros representamos llanamente eso: nuestro pueblo y su tradición agrícola. Como pasa en muchas localidades vecinas. Por eso nuestra música nos suena a todos y suena como parte de todos.

El primer paso para sonar así es incorporar letras y sonidos de la tradición popular. Se considera que este camino lo abrió Pas als maseros (José María Valls Satorres, 1982), compuesta para la Filà Maseros de Alcoy, que integra partes de las canciones populares Ramonet si vas a l’hort y Serra de Mariola. Es solo el primer ejemplo de muchos otros que introducen canciones populares de la rutina del pueblo, especialmente del trabajo en el campo, y que se han compuesto para grupos de Albaida, Algemesí, Mutxamel, Elx, Beneixama y Biar, entre otros. En Villena, esto se podría conseguir partiendo del legado del “Cancionero popular villenense”, compilado magistralmente por José María Soler. Otro paso es conseguir que el sonido respete nuestra idiosincrasia, vamos, que suene a Villena. Que suene a alegría, a ritmo y a bloques grandes. Y ahí está la tarea más difícil. En ocasiones, la música masera foránea no suena como si fuese de aquí. Sobre todo, por el uso de instrumentos más propios de la cultura valenciana como son el tabal i la dolçaina. De ahí, posiblemente, la reticencia a componer en Villena las llamadas marchas maseras o pas masero. Aunque no sea un subgénero académicamente reconocido, el pas masero es, básicamente, una marcha cristiana algo más lenta en la que se sacrifica ese sonido bélico y de batalla en favor de un aire más popular (conseguido en parte gracias a las dulzainas). Todo ello sin llegar a coquetear con el pasodoble, que siempre va a sonar más divertido y alegre. Los repertorios de entidades festeras de otros pueblos están repletos de ellos, y tienen como algunos de sus exponentes al citado José María Valls Satorres, o a los maestros Ramón García Soler y José Rafael Pascual Vilaplana.

Cabe destacar, no obstante, que algunas de estas piezas maseras de otras localidades se han empleado en nuestras Alegorías, las cuales llevan celebrándose ya doce años, por lo que no podemos decir que seamos totalmente ajenos a ellas. Es más, nuestros más insignes pasodobles (Panchana y sus maseros; 75 aniversario) tuvieron arreglos posteriores o adaptaciones a dulzaina y percusión, para darle un toque rítmico y representarlos en las propias alegorías o en galas de exaltación de nuestros cargos festeros. También tienen arreglos para orquesta sinfónica, por supuesto. Un ejemplo que sí podemos defender como propio es el pasodoble-jota La Jota y los Segadores (Antonio Ferriz Muñoz, 1981), compuesta para el célebre Grupo Alegórico que tiene una parte basada en La Jota villenera. A esta extinta escuadra debemos también parte de nuestra innovación musical a la hora de desfilar (aunque no sea con piezas propias), pues en sus más de cincuenta años de existencia se atrevieron a bailar con jotas (la susodicha), pasodobles villenenses (La Morenica, Las calles de mi Villena), piezas de zarzuelas (El Puñao de Rosas, Las Mantillas), pasacalles (La Calesera) o comedias musicales (Los Nardos). Aunque no sea de la comparsa, un pasodoble que, por ejemplo, integra muy bien ecos de Villena y nuestra danza popular es Villena Festera (Fernando Ugeda, 2007).

Por tanto, un buen filón compositivo sería este, el intento del pas masero, o potenciar la canción popular en nuestra música de desfile. Pero también sería de interés abrazar las nuevas tendencias en la composición, la cual cada vez es más compleja y elaborada. Sería más sesuda, pero respetando nuestro sello de identidad musical. Esto no implica renunciar a nuestros pasodobles más icónicos, ni mucho menos, de los cuales ya estamos enamorados de por vida por su sencillez y por el alborozo que sentimos al desfilarlos.

No quiero irme sin citar al menos otras obras dedicadas a la comparsa en general. En primer lugar, el pasodoble Los Labradores (1979), compuesto por Francisco Esteve Pastor, el antaño Director de la Banda de Casinos, correspondiendo a una promesa que hizo a su amigo Sebastián Martínez, masero de entonces. También destacamos Villena de mis amores (1998), el cantarín pasodoble de Francisco Solves, que fue brindado a la comparsa y estrenado en una presentación de cargos, aunque sea un himno alternativo local de la añoranza por nuestra tierra. Como él mismo dijo: “de un villenero en el exilio”. Y, como broche, dos obras más recientes y con homenajes a los pasodobles pretéritos. Una de ellas es Panchana de Oro (2012), del ya mencionado compositor de Onil Pablo J. Verdú. Pau entregó esta pieza para ser interpretada por dolçaina i tabal en la Alegoría de 2012, en el cincuenta aniversario del Panchana y sus maseros. En consecuencia, está inspirado en la obra del maestro Carrascosa. Tiene una primera parte al tiempo de jota que recuerda al propio Panchana o incluso a La Morenica, y una segunda que rememora el melódico trío de nuestro pasodoble de Carrascosa, para zanjar con fuerte final que de nuevo recuerda a ambos pasodobles. La última pieza a mencionar es Maseras (2013), de Francis J., dedicada a las socias femeninas e incorporado en la colección “Villeneras”. Sobra decir que esta última miscelánea de obras ha sido mostrada sin menosprecio de nuestro amplísimo archivo musical dedicado a cabos, escuadras, miembros de escuadras, socios rasos, madrinas, cargos y peñas. Listarlo aquí haría el artículo todavía más infinito.

Para finalizar, les recomiendo escuchar dos discos que consideramos de referencia por incorporar nuestras obras dedicadas y también otra música labradora de calado. El primero es el que fue editado por nuestro 75 aniversario (2001), interpretado por la Banda Municipal de Música de Villena. El segundo es Música Masera, de 2007, grabado también por nuestra Banda Municipal y la Unió Musical d’Albaida con motivo del 2º Encuentro de Comparsas y Filaes de Maseros y Labradores de la Comunidad Valenciana. En otras webs, como Youtube o Spotify, pueden encontrar distintas versiones de los mismos, incluso alguna con la voz a coro, cortesía de la Coral Ambrosio Cotes. Disfrútenlos.

 

Referencias bibliográficas

Artículos de revista

RIBERA SEVILLA, F., 2011, “Pasodoble 75º Aniversario Comparsa Labradores de Villena. Diez años después”, Día 4 Que Fuera 2011, 256-259.

RIBERA SEVILLA, F., 2011, “Música Masera: herencia, actualidad y legado”, Día 4 Que Fuera 2011, 260-263.

RIBERA SEVILLA, F., 2012, “50º Aniversario pasodoble Panchana y sus maseros”, Labradores 2012, 12-13.

RIBERA SEVILLA, F., 2016, “Música Masera. 50º Aniversario de los pasodobles Los maseros de Villena y Masero, Masero de Antonio Milán Juan”, Labradores 2016, 14-15.

 

Material archivístico

Partituras y libretos de los pasodobles citados que fueron dedicados a la Comparsa de Labradores. Información complementaria de arreglos, efemérides y otros. Archivo Comparsa de Labradores.

 

Música

75 Aniversario (1926-2001) de Labradores, Villena. 2001. Interpretado por la Banda Municipal de Música de Villena. Grabado, mezclado y editado por los equipos móviles de KRB Estudios.

Música Masera. 2007. Interpretado por Unió Musical d’Albaida “L’Aranya” y por la Banda Municipal de Música de Villena. Grabado, mezclado y editado por Estudios VisualSonora.

 

Videoteca

“Charla coloquio: Música Masera”.  En el marco del Acto Cultural Presentación Revista. Ecuador 2016 (11/03/2016). Grabado y editado por Fernando Quiles (Ferquiam). Enlace URL (accedido el 23/06/2022):

 

Referencias web

“Pasodobles: qué son los pasodobles”. Pasodobles.com. Enlace URL (accedido el 23/06/2022): http://www.pasodobles.com/que-son-los-pasodobles/

“Historia de la música festera (IV). Evolución de la marcha cristiana”. Musicafestera.com. Enlace URL (accedido el 23/06/2022): https://www.musicamorosycristianos.com/historia-de-la-musica-festera-4a-parte-evolucion-de-la-marcha-cristiana/

 

 

Gracias a Paco Ribera por acercarme su trabajo previo y aclararme toda duda musical. Gracias a Maricruz Rojas por revisarme parte de la información.

José Miguel Pardo Sanchez

Cronista de la Comparsa de Labradores

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies ACEPTAR

Aviso de cookies