
La llama que nunca se apaga
En el alboroto de Villena en fiestas, entre alábega, música y pólvora, siempre se puede ver a lo lejos destellos inconfundibles que resaltan entre la multitud. La comparsa de Moros Bereberes se representa como una explosión de colores casi imposibles de comprender. Sin embargo, por una razón desconocida si nombran a nuestra comparsa, automáticamente tu mente no duda y piensa en uno solo: el naranja.
A lo largo de la historia, el naranja ha sido considerado como un símbolo de transformación y energía. Lo encontramos en el amanecer y el atardecer, en las hojas indicando el cambio de estación, en las llamas de una hoguera. Un color que con su calidez nos atrapa y nos guía a seguir adelante. Un color que ilumina la cara de quienes desfilan con emoción, de quienes sienten este color que, en muchas ocasiones, se transmite generación tras generación.
Durante la Edad media, el color naranja no era un color común debido a la dificultad que tenían al fabricar tintes duraderos, por ello solía estar asociado a la exclusividad. Poco a poco el naranja ha cobrado vida utilizándose para capturar la luz de un atardecer y se ha transformado en un elemento clave para muchos artistas. De esta manera el naranja fue, poco a poco, encontrando su lugar en la historia. Pasó de ser una rareza a convertirse en un color fundamental en el arte, naturaleza e incluso en la identidad de algunas culturas. Esos significados lo podemos extrapolar a los Moros Bereberes, pues su rareza de la Edad Media es reflejada al ver nuestra pequeña comparsa, ya que a diferencia de otras somos de las más pequeñas de Villena. Por otro lado, para los socios de nuestra comparsa el amor que sienten por ella se ha vuelto un elemento clave en sus vidas.
El color naranja representa nuestra esencia, pasión e historia. Es el amanecer que nos marca el inicio de un nuevo año festero, a la vez que el atardecer que lo cierra, dejando huella en la memoria de todo festero y despidiéndose con la promesa de regresar con mas fuerza. Este color es historia, una historia que ha visto a nuestros socios nacer y crecer, que los ha arropado demostrando que nuestra comparsa es nuestro hogar.
El color naranja representa el fuego que no se apaga, que resurge de las cenizas y arde más y más en cada desfile y en cada nota de nuestras partituras, en cada lágrima y abrazo. Es el calor de los recuerdos, es nuestra pasión por cada acto. Es la prueba de que seguimos aquí, año tras año, manteniendo viva una historia que no solo se cuenta, sino que se siente.
Rosa Montesinos Micó.
Cronista de la comparsa de Moros Bereberes.