DÍA 4 QUE FUERA

La frase popular "Día 4 que Fuera" hace referencia a la víspera de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.

Hasta los años sesenta, las fiestas comenzaban el día 5 de septiembre por la mañana con la Fiesta del Pasodoble, y fue en esa década cuando se añadió el pregón de fiestas. Por eso, el día 9, después de despedir a la Virgen por la mañana y de celebrar la entrada de Nuevos Capitanes y Alféreces; y el intercambio de bandas, por la tarde, la gente decía popularmente "día 4 que fuera", expresando así su deseo de que las fiestas empezaran de nuevo ese mismo día, es decir, que o terminaran.

Seguir leyendo...

¡Escucha!

Síguenos en...

OASIS

¿Qué significa oasis en la Biblia?, espiritualmente hablando, un oasis puede ser un lugar donde podemos encontrar la gracia, generosidad, gloria y grandeza de Dios. Es descrito como un lugar de descanso y refugio en medio de un desierto seco y árido. En el contexto del desierto, el oasis es una gota de agua en miles de kilómetros de arena, y se le considera símbolo de la esperanza y de la vida.

A continuación, vamos a dar un paseo por la historia de las sedes de la comparsa de Moros Bereberes, por todos los lugares que han sido oasis.

1955. Fundación

En la ciudad de Villena, siendo las 16:00h del día 23 de octubre de 1955, se reunieron en un local de la calle San José, 7, unos setenta asistentes vecinos de la misma, con el propósito de formar una comparsa para contribuir a las Fiestas patronales. En primer lugar, acordaron formar una Comisión que actuaría de Directiva, y después, que esta comparsa fuera del bando moro, pues eran 6, siendo 7 del bando cristiano. Por nombre le otorgaron el de Moros Bereberes. Esta solicitud, junto con presupuestos y bocetos de trajes, se adjuntó al Ayuntamiento con el visto bueno de José María Soler, entonces cronista oficial de la ciudad.

Esta idea empezó a surgir cuando un grupo de jóvenes «maduros» decidió resucitar a la antigua comparsa Caballeros del Tercio de Flandes, la cual había desaparecido hacía unos 23 años, siendo un antiguo componente de esta el primer presidente de los Moros Bereberes, Francisco Abellán Valdés.

1956 – 1966. Los comienzos soñados

Desfilaron por primera vez en 1956. La primera cuota establecida fue la de 5 pesetas mensuales, además de la manutención y alojamiento por socio de un músico de la banda que se contratase.

Dejaron de participar en las Fiestas en 1965, el año anterior fue el último hasta que los socios más jóvenes se marcharan a otras comparsas. No obstante, quedaron otros socios trabajando para reagruparla, ejerciendo las funciones de presidente Miguel Hernández Ferri.

1967. Refundación

Encontraron alojamiento para la banda de música en la pensión Alcira y un local para la capitanía -donde llevar a cabo almuerzos, comidas, etc. que el capitán de ese momento decidía realizar- en la calle Cervantes. Juan Estevan «Chorrete», Pablo Bravo y Roberto Casanova decoraron el local utilizando hojas de palmera, lo cual le sugirió a Roberto el nombre para el local Oasis, así como para el emblema de la comparsa, dos palmeras cruzadas sobre una media luna, nombre y emblema que todavía hoy continuamos utilizando.

Acabaron las fiestas y hubieron varios problemas económicos, pues la pensión de la banda de música la tuvieron que aplazar varios meses, en consecuencia, la comparsa se trasladó al antiguo Cinema Chapí, cedido por la empresa Casanova Flor.

1968 – 1991. Un largo camino recorrido

Para conseguir fondos, varios socios de la comparsa tuvieron la idea de que se realizaran verbenas en un solar de la plaza de las Malvas, la primera con la actuación de Los Ángeles Negros. No pudiendo hacer frente a los gastos de estas verbenas, ya que no se recaudaba ni la cuarta parte del coste de las actuaciones, acabaron cerrando. También idearon el hacer rifas y vender loterías.

La banda de música se cambió a una casa particular de la calle la Rambla. La comida de Hermandad que se venía realizando en el chalet de Ricardo Requena, pasó a realizarse en la finca El Regajo.

Lograron salir de las deudas, pero debían afrontar un nuevo gasto, un nuevo local para la capitanía y la banda de música, que acabó siendo en la calle Cristóbal Amorós, 2. Aunque la banda de música pronto se trasladó, esta vez en un piso propiedad de Pedro García Bravo, en la avenida de la Constitución, 7 o 9, pero no por mucho tiempo, ya que en 1981 pasó a un local de la calle Cristóbal Amorós, 2 y la capitanía en la calle Cristóbal Amorós, 13 o 15.

Por fin y después de mucho andar, vieron una casa que tenía las condiciones adecuadas, situada en la calle Verónica, 22, con una planta baja de 100 a 150 m2 y un primer piso en el cual se habría de hacer mucha obra. Se compró por unas 900.000 pesetas.

Se aprovechó su inauguración para a la vez realizar la presentación de los Cargos Festeros, pero la casa era tan pequeña que para la cena tuvieron que volver donde el año anterior estuvo la capitanía, es decir, a la calle Cristóbal Amorós.

Al finalizar las Fiestas, hicieron una Junta de Cuentas, ese año hubo bastante déficit, era lógico, pues con la casa, gente que quedó por pagar, otros que faltaron para completar la compra de dicha casa, gastos de albañilería, etc., el déficit fue de casi medio millón de pesetas, por el cual, hicieron una derrama de 2.000 pesetas por socio y el resto que se fuera liquidando de la nueva Junta que entrara, pues la que había ese año terminaba su mandato. Nadie quería hacerse cargo de la comparsa, era lógico, y tras mucho debatir, finalmente se hizo cargo de la presidencia Fulgencio Belda Cerdán.

Vendieron la casa en 1982 por un millón de pesetas, volviendo a hospedar a la banda de música en la calle Cristóbal Amorós, 2, donde apareció la oportunidad de alquilar por la cantidad de 10.000 pesetas mensuales el bajo y otras tantas por el primer piso. La comida de Hermandad la realizaron en El Regajo y la cena del día 4 homenaje a la mujer en el Círculo Agrícola Mercantil Villenense, aunque años posteriores la comida de Hermandad pasó a celebrarse en El Puntal, cedido por Jerónimo Hernández Hernández «Puntalero», pasando a realizarse en la finca Quitapesares, y la cena del día 4 homenaje a la mujer en la que era la comparsa de los Moros Realistas en la calle Sancho Medina.

En 1986 venció el contrato del local, y pasado el Ecuador Festero, la comparsa encontró un local nuevo, se trataba de una finca, en la misma calle Cristóbal Amorós, 37, pero con un alquiler bastante más elevado, 22.000 pesetas mensuales, pero de momento no había otra cosa.

Dos años después, de nuevo venció el contrato del nuevo local, además de que aumentó a 28.000 pesetas mensuales. Por lo que, tras muchos debates, acabaron comprando una casa en la calle Beatas, 7, pero había un problema, y es que socios y músicos no cabían en ella, aún así estuvieron varios años.

Un objetivo claro era el de buscar un inmueble con capacidad necesaria para la comparsa y en las condiciones más favorables para la misma.

Sede Social 1973, c/ Cristóbal Amorós, 2.

 

Comida de Hermandad 1978, celebrada en El Regajo.

 

Sede Social 1981-1982, c/ La Verónica.

 

Comida de Hermandad 1984, celebrada en Quitapesares.

 

Sede Social 1986-1988, c/ Cristóbal Amorós, 37.

1992 – 2004. Nuestra esperada sede

Vieron un gran inmueble en la calle Congregación, 3, disponía de un gran patio de unos 600 m2. Cuatro meses después, firmaron el contrato de compraventa. La forma de pago sería por cuotas anuales de unas 10.000 pesetas por socio. La casa anterior se puso a la venta pasadas las Fiestas.

En 1995, volvieron a hacer nuevos arreglos en el patio de la comparsa, ampliándolo y colocando una distinguida fuente en el centro.

La presentación de los Cargos Festeros se realizaba justo al lado, en la plaza de las Malvas.

En 2001, llegaron las negociaciones con la empresa constructora, consistentes en líneas generales, en la oferta pasada por la citada empresa en la venta de unos 500 m2 de patio al precio de 70.000 pesetas/ m2, además, daban en obra la construcción de terraza, aseos, cocina, locales, almacén y cochera, recayentes a la calle Ferriz. Todo ello, como consecuencia de la apertura de un nuevo supermercado en la finca colindante, así con esos metros podrían ampliar dicho establecimiento.

En 2002, la Directiva informó oficialmente de la oferta de la empresa constructora y de la propuesta de ejecución. Presentaron el proyecto de la futura sede a los socios, o mejor dicho, el cómo se podría quedar. Este proyecto se aprobó, aun habiendo de contratar un crédito hipotecario.

En 2003, comienza la ejecución del proyecto de la nueva sede social, se comenzaron a dar los primeros pasos, derribo de la casa, búsqueda de ubicación provisional, etc.

En 2004, la nueva sede social ya estaba disponible y comenzaba a prestar sus servicios.

Tras la presentación de los Cargos Festeros, meses antes de Fiestas, con la casa finalizada, se celebró una puesta de largo y vino de honor del nuevo Oasis. El acto contó con la asistencia de autoridades locales, representantes políticos, festeros y medios de comunicación. La casa fue bendecida por el socio y sacerdote Salvador Valls González, por Vicenta Tortosa Urrea, en aquel tiempo alcaldesa de Villena, y por Juan Miguel Oliva Verdú, en aquel momento presidente de la comparsa.

Sede Social 1989-1992, c/ Beatas, 7.

 

Pasacalles 1992, c/ Congregación, 3.

 

Comida de Hermandad 1994.

 

Ecuador Infantil 2001.

 

Derribo casa y obras del nuevo proyecto, 2003.

 

Nueva casa. Nuestra Sede Social.

2005. Cincuenta aniversario

Llegó el primer gran acontecimiento, quién le iba a decir a ese grupo de jóvenes en 1955, que esa idea acabaría en conmemoración. Justo eran vísperas de Navidad, y se realizó un brindis en el salón principal de la sede.

Vino el Ecuador Festero, este fue el más especial de todos, la casa estuvo repleta de socios y festeros. También, la V edición del Ecuador infantil, -qué bien nos lo pasábamos jugando en el patio-.

Aprovechando la nueva casa, se realizó también un acto solidario consistente en la donación de sangre.

La presentación de los Cargos Festeros, por ser el aniversario, fue a lo grande en la Cábila. Pero continuaron los actos en la comparsa, se produjo un concierto de jazz en el patio, resultando ser de gran aceptación. Y días después, se inauguró una exposición de diseños de trajes de escuadras especiales, por Juan Flor Azorín.

Y por fin, día 4, con la tradicional cena en el patio y bendición de nuevas banderas en el salón principal, de nuevo por el socio y sacerdote Salvador Valls González.

Acabaron las primeras fiestas en la nueva sede, fueron mágicas, y ello se vio en que la comparsa de Moros Bereberes fue nombrada con el segundo premio de mejor comparsa.

Con la llegada del fin de septiembre, se celebró la comida de Hermandad en la sede, la cual transcurrió en un estupendo día.

2006 – actualidad. Lo que seguimos siendo hoy

Hasta el presente, siguiendo con esfuerzo, dedicación y cariño, sabiendo que «lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama» (Aristóteles, 384 AC – 322 AC, filósofo griego).

Como referencia bibliográfica, se ha tomado el libro «1955 – 2005 Comparsa de Bereberes. 50 aniversario», donde como base están los manuscritos de Roberto Casanova Muntó y Miguel Hernández Ferri, contando los primeros años de la historia de la comparsa.

Como material fotográfico, se ha tomado el libro «1955 – 2005 Comparsa de Bereberes. 50 aniversario», Página Facebook Moros Bereberes Villena y propias.

Cabe destacar, una de las crónicas dentro de este libro, donde se le reconoce a Alfredo Rojas Navarro su amistad y consejos para la conmemoración, haciendo notar una frase que al parecer, decía: «Nuestras fiestas son un modo de comprender, asimilar y recordar contenidos que nos legaron la historia y nuestros antepasados, sopesando opiniones y analizando y criticando tanto nuestras propias ideas como las de los demás».

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies ACEPTAR

Aviso de cookies