GASTRONOMÍA FESTERA
En la huerta villenense se puede encontrar una rica variedad de productos que también caracterizan la gastronomía de Villena; zanahorias, espinacas, lechugas, coles, etc., y frutas de primera calidad como cerezas, peras, manzanas y ciruelas implican productos de primera calidad que permiten degustar los sabores de la huerta en la mesa.
Del mismo modo, el aceite de oliva es otro de los productos naturales más ricos de Villena. El Aceite de Oliva Virgen Extra autóctono se produce siguiendo un cuidado proceso de elaboración, en donde se cuidan al máximo todas las fases de su producción para alcanzar la mayor calidad final posible. Desde la rápida recogida para evitar fermentaciones, se lleva a la almazara, en donde se realiza un proceso de lavado para eliminar impurezas. De ahí, se introduce en la batidora para ir consiguiendo el aceite y a la centrifugación para separar una parte del aceite y por otra el asperujo. El resultado final es un rico aceite con ácidos grasos insaturados oleico y linoleico a una proporción del 98/99%.
Otro de los productos que podemos encontrar en Villena son los licores. La producción de destilados se remonta a 1922, cuando Ricardo Menor Hernández crea la única empresa dedicada a la elaboración de licores del municipio. A pesar de la existencia de otros licores, el más famoso es quizás el KATAKI, cuyo nombre proviene de una expresión muy típica de Villena que sería “Cata´quí” que significa literalmente “mira aquí”. Se trata de un licor muy parecido al Anisete Villena, el primer licor creado por la fábrica, y que goza de un sabor muy peculiar. Además de éste el Cantaueso y el Herbero son otros sabrosos licores que aquí podemos degustar.
Por otra parte, la industria del calzado es una tradición que se remonta al siglo XIX, momento en el que aparecen los primeros talleres de calzado. El sector estaba formado principalmente por alpargateros y por zapateros, que son los que más aumentan a finales del siglo XIX, y que estaban especializados en los zapatos de caballero y de niño o “chicarro de lujo” de alta calidad. Esta tradición llega a hoy en día gracias al gran número de fabricantes de calzado que están representados por medio de la Asociación de Fabricantes de Calzado de Villena.
PLATOS TÍPICOS
Como no podía ser de otra manera, el carácter fronterizo de Villena, nexo de unión entre la Meseta y el Mediterráneo, ha tenido su reflejo directo en la gastronomía local.
De la cocina manchega se adoptan los platos especialmente calóricos que ayudan a combatir el frío invierno villenense. Este es el caso del tradicional Gazpacho de Villena, especialmente arraigado y que es costumbre se acompañe de ajoaceite.
Son platos típicos también las Pelotas de Relleno, el Arroz y Pata, los caracoles y las habas, y otros platos de cocina popular. Entre los platos estrella sobresale el Triguico, que nace de la cultura culinaria de Villena y que se cocina con trigo picado, cerdo, pencas, alubias coloradas, y nabos.
Nuestra gastronomía también cuenta con apetitosas pastas tradicionales como los sequillos, los rollicos de vino, los almendrados o las toñas, que complementan el panorama culinario que esta ciudad oferta para el deleite de los paladares más variados y exigentes.
La cocina villenense se caracteriza por las influencias de estas dos grandes tradiciones culinarias, las que han dado origen a un hacer tradicional muy vinculado a las gentes del campo, teniendo como resultados platos tan sencillos y populares como exquisitos. Este es el caso, por ejemplo, de la Gachamiga, elaborada con ingredientes tan tradicionales como los ajos, la harina el aceite y el agua.