
Estamos en el asedio
Quién no recuerda, aquella pequeña sede, sita junto al desaparecido cine cervantes, con su barra, bien servida por Pepe el Carujo, solamente era sede pues aun siendo, como lo somos y más entonces una pequeña comparsa, era imposible, entrar todos en ella, simplemente, era simplemente, oficina para las gestiones lógicas de una comparsa y bar, como en casi todas las comparsas de entonces, donde íbamos socios y no socios a hablar y dilucidar todo lo concerniente a los asuntos festeros, pero lo dicho, llegando las fechas grandes de nuestros festejos, había que buscar, un lugar donde celebrar, nuestros almuerzos y demás.
Pero llegó 1986 y la entonces directiva y con el consentimiento lógico de los socios, se presentó la opción de comprar una casa en la Calle San Cristóbal, en el número 3 de ella, un poco vetusta, pero teniendo opción de utilizar la calle y con bastante más capacidad que la anterior, se compró, con derramas y demás pero por lo menos, ya podíamos tener a los músicos en nuestra propia casa y no tener que ir de un lugar a otro, la casa, se adecuo en lo que se pudo a nuestras necesidades, por supuesto con bar, que durante mucho tiempo gestionó, nuestro añorado marcial y posteriormente los Hermanos Sánchez, lugar donde todos los viernes, íbamos los socios y simpatizantes a tomarnos un golpe y por supuesto jugar, alguna que otra partidica de truque o dominó, e incluso hasta cenar con lo que tocara o hubiera en ese momento, y como no lo dicho, la calle nuestra zona de esparcimiento, donde almorzábamos, comíamos y teníamos nuestra verbena, llegó el 90 y siendo Presidente Ricardo, se ejecutó la obra, terminándose en el 91, donde la antigua casa pasó a ser una excelente casa, con restaurante, gestionado por un repostero, espacio suficiente para las juntas y como no, unas excelentes instalaciones, comparadas con las anteriores, para nuestros músicos.
El patio fue un añadido a fases, una vez derrumbaron y desescombraron el solar, lo fuimos utilizando en cesión donde se hacían las gachamigas, paellas y demás, posteriormente, se presentó la opción de compra, cosa que se hizo, primero se medió aplanó para poder salir de la calle y entrar en nuestro patio, y cuando se transformó en el actual patio, se ha convertido en el lugar neurálgico de la comparsa, con su cubierta, la hizo todavía más utilizable, y había que ponerle nombre, se barajaron varios nombres y al final, a alguien se le ocurrió, el asedio, al cabo, durante mucho tiempo los almogávares históricos, eran famosos por haber participado en más de uno, pues nada, unos tienen la troya, la cabila, el huerto u otros, y nosotros, estamos en el asedio.
Cronista.ju.an.jo.