DÍA 4 QUE FUERA

La frase popular "Día 4 que Fuera" hace referencia a la víspera de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.

Hasta los años sesenta, las fiestas comenzaban el día 5 de septiembre por la mañana con la Fiesta del Pasodoble, y fue en esa década cuando se añadió el pregón de fiestas. Por eso, el día 9, después de despedir a la Virgen por la mañana y de celebrar la entrada de Nuevos Capitanes y Alféreces; y el intercambio de bandas, por la tarde, la gente decía popularmente "día 4 que fuera", expresando así su deseo de que las fiestas empezaran de nuevo ese mismo día, es decir, que o terminaran.

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Día 4 que FueraActualidad Nos vemos en “La Comparsa”

Nos vemos en “La Comparsa”

Muchas veces he oído esta frase para referirse a nuestra sede social de Los Marruecos, a la Casa donde nos hermanamos con un aperitivo, una junta, unas charraícas sobre fiestas o en los preparativos de las próximas fiestas…

Los Marruecos como tal, y conocidas según nos cuentan los veteranos, tuvimos la Casa de la fundación (no en propiedad) en la Calle Blasco, donde aún figura una placa donde indique que en esa casa se fundó la comparsa de Marruecos en el año 1866; y la actual, en la Calle Ferriz, 8 y 10.

La necesidad de contar con una sede para todos los socios apareció cuando paulatinamente los socios dejaron de acoger a los músicos en sus casas, cosa que se hacía desde siempre. Cada socio se llevaba a su casa un músico, y si podía, por habitaciones y económicamente, se llevaba a 2 o incluso a 3, lo que generaba un vínculo entre familia y músicos. Cuando esta costumbre empezó a caer en desuso, quizás por querer tener menos obligaciones en casa en los días de fiestas, fue cuando, prácticamente a nivel general entre todas las comparsas, comenzaron a aparecer las primeras casas, sedes alquiladas o compradas por las propias comparsas.

El caso de los Marruecos no es diferente al de otras comparsas, pues teniendo la sede en régimen de alquiler se debían de realizar ciertas mejoras año tras año, con la incertidumbre de no saber qué haría el propietario en el futuro. Por los 60, los bailes, o germen de la futura sala de fiestas, se realizaban en la calle. Era tradición que el lugar de los aperitivos o refrigerios varios se celebraran en la calle donde vivía el capitán o el alférez, y si encima existía la posibilidad de cortarla al tráfico, mucho mejor.

En el año 1966 y con motivo de la celebración de nuestro primer centenario, se alquiló nuestra actual sede para celebrar los actos programados para tal efeméride, siendo la madrina de dicho evento la artista Conchita Bautista. Ese sería el comienzo de muchos años  de éxito de nuestra comparsa pues de Sala de Fiestas Marruecos, pasaríamos a Discoteca Marruecos y ya en los años 80 pasaría a ser la pista de patinaje “Rolling Marruecos”.

Desde la directiva de Francisco Menor Marco, se apostó por este proyecto con el fin de poder sacar unos ingresos extra para el mantenimiento de la casa. El éxito de ese proyecto es más que evidente, solo hace falta preguntar a padres y abuelos, por los buenos ratos vividos entre esas cuatro paredes y la cantidad de artistas que pasaron por aquel mítico escenario.

Este éxito durante varias décadas (60,70 y 80’s) generó que otros proyectos de la comparsa vieran la luz. Con el beneficio de la sala de fiestas, descontados los gastos de alquiler, mantenimiento y demás, ocasionó la aparición de la Banda de Cornetas y Tambores, que durante varios años acompañaban a Los Marruecos en la procesión.

Nuestra Sede, nuestra casa, nuestra comparsa fue la primera sala de fiestas que triunfó durante todas las épocas del año, y especialmente en los días de fiestas. Posteriormente aparecería la Troya de los Estudiantes, La Cabila de los Moros Nuevos, Los Piratas y actualmente el Huerto de la Pona de los Maseros. Tales fueron los ingresos que se tenían que durante varios años los socios de los Marruecos pagaban cuotas mínimas.

Fue en este momento cuando desde la directiva presidida por D. Ezequiel Martínez Ángel se apostó por la compra en propiedad de la casa  a D. Juan Rafael Menor Guillen.

Con fecha 19 de junio de 1984 se escritura la compra de la casa de la Calle Ferriz, 8-10 de 648 m² de planta.

Siendo la casa propiedad de todos y cada uno de los Marruecos de entonces, y los que vendríamos años después, se comenzaron obras de mayor calado, sobre todo en la planta superior. Obras continuas de mantenimiento y mejora que año tras año, directiva tras directiva, han ido engrandeciendo nuestro patrimonio, y dicho sea de paso, buscando sitio y huecos para ubicar el gran fondo histórico y museístico que atesoramos.

Desde las directivas se sigue trabajando, legislatura tras legislatura en acondicionar a reglamentos y necesidades para tener una Comparsa (como edificio) acorde y a disposición de nuestra Comparsa (como personas).

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