Las armas en los Moros Viejos

No debemos olvidar que nuestras fiestas de Moros y Cristianos son historia y, como tal, una mera representación de los acontecimientos y batallas a las que tuvieron que enfrentarse nuestros antepasados. Hecho que explica que tanto nuestros trajes como nuestros complementos son un relejo de lo que en la época se vivía.

Es por ese motivo por lo que, desde el origen de nuestra comparsa, los moros viejos desfilan con un arma muy característica, el pico. Y cierto es que en las primeras fotos que poseemos en blanco y negro, ya se puede observar a moros viejos desfilando con el mismo traje y complementos que en la actualidad, no ha cambiado nada en absoluto.

Si vamos más allá, podríamos preguntarnos: ¿por qué portamos armas? o ¿por qué un pico? Pues bien, la explicación es clara: las armas simbolizan la lucha y la guerra. Los picos son un arma “corta”, cuya única función era golpear al enemigo. Además, los componentes de nuestra comparsa llevan el arma en el brazo derecho, en representación a la forma en que lo llevó el ejército español hasta el año 1850.

Cabe destacar que, no ocurre lo mismo con los trajes oficiales que lucen las mujeres de esta comparsa. Desde el 1988, año de la incorporación de la mujer a la fiesta, y hasta la actualidad, las mujeres han desfilado con un traje conocido como “traje de velos”. Un traje diferente al de los hombres, pero inspirado en él, en el que podemos encontrar una clara diferencia, el arma. En este caso, el pico era una seña de identidad en el traje de los hombres, que desaparecía por completo en el traje de las mujeres, ya que estas portan una daga a la altura de la faja; un arma blanca, corta y fácil de transportar, con una función distinta al pico: herir al enemigo.

Ahora bien, en el año 2000 se decidió realizar un nuevo traje oficial conocido como “traje de mochilas”, en el que se planteaban unos pequeños cambios con el que ya existía. En este último, el arma protagonista ya no sería la daga, sino que las mujeres pasarían también a llevar pico y mochila, al igual que los hombres.

En definitiva, en esta comparsa no hay gran variedad con respecto a las armas, pero lo que sí es cierto es que no carece de colorido, acabados, detalles, elegancia y alegría.

¡Vivan los moros viejos y sus picos!